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lunes, 4 de junio de 2012

Kolkata - Bodh Gaya

De nuevo en Kolkata, de nuevo en India, la de verdad. Me bajo del tren a las siete de la mañana y camino por el andén hacia el edificio de la estación. Se acaba de ir un tren y veo que hay pasajeros que llegaron muy justos para cogerlo, a juzgar por el muestrario de mierdas de todos los tamaños, colores y texturas que quedan entre los raíles.
Ya conozco un poco la ciudad, sé dónde ir y cómo moverme. Me encuentro caras conocidas y gente que me saluda. Una mujer me pide dinero mientras sostiene a un niño en brazos con una deformación espantosa en la cabeza. Me veo más fuerte, menos afectado por estas cosas.
De noche, en mi calle, comienzan los trabajos de asfaltado. Los hombres cargan la grava en cestos sobre la cabeza y la esparcen por la calzada. Hay una pila de leña con la que hacen fuego bajo los bidones de brea colocados sobre ladrillos. Un humo negro y denso cubre toda la calle y hace que el aire sea irrespirable. En ese trozo de acera viven unas doce personas y hay un niño desnudo sentado delante de un montón de basura. No tiene más de tres años. Coge una cáscara de coco y rasca el interior con las uñas buscando un poco de comida. Me quedo mirando y él me mira. Y se ríe. Y en ese momento me doy cuenta de que no debo estar tan fuerte porque siento que me cruje todo el cuerpo.
De nuevo el calor asfixiante, la humedad, el polvo que se te mete en los ojos, el humo de los coches, la riada de gente que hay que sortear, el insoportable y constante sonido de las bocinas, de nuevo la gran ciudad. Y no sé cómo sucede pero en este caos inmenso siempre termino encontrando una sonrisa, una mirada amable, un saludo, una imagen que me hace reír o un lugar mágico.



para Susana













Había quedado con Guillaume para encontrarnos de nuevo en la ciudad y juntos le sacamos todo el jugo que pudimos y tengo que decir que a mí Kolkata me gustó y la disfruté. No había visto todavía el el templo de la Diosa Kali, ni tampoco la zona de la Universidad, con todas las calles de alrededor llenas de quioscos de libros, ni había tomado algo en el clásico Indian Coffee House de College Street, ni había visitado la casa museo de Rabindranath Tagore, en la misma calle de los marmoleros.
Además resultó que los Kolkata Knight Riders ganaron la liga nacional de crícket por primera vez en su historia y la gente se volvió un poco loca, algo así como cuando el Sporting subió a Primera. Para mí este deporte sigue siendo un misterio, como lo es el béisbol o la misma India, pero me apetecía ver la reacción de la gente en la calle así que el día que llegaron los héroes nos acercamos a ver la caravana que los acompañaba desde el aeropuerto hasta el estadio donde iban a ser aclamados por autoridades y afición.
La zona que escogimos no fue la mejor porque en vez de pasar en la plataforma descubierta que los traía, pasaron a toda velocidad en un autobús con cristales ahumados (y supongo que con aire acondicionado) y no vimos nada. 
El propietario de este equipo es una de las caras más conocidas del país, alguien que puedes ver por la calle anunciando cualquier tipo de producto, desde muebles a bebidas o ropa, además de aparecer en la mitad de las películas de Bollywood. Un triunfador, una máquina de hacer dinero, el hombre que todos los hombres desean ser, el hombre que todas las mujeres desean tener: Shah Rukh Khan
A mí ya me cae un poco gordo, harto de verlo en todos lados. De hecho en los periódicos de estos días sólo aparecían fotos de él, no de los jugadores que habían ganado la liga.

 lo parece pero no, no está meando







El día que llegué, mientras estaba desayunando, una pareja alemana me recomendó un hostal para quedarme, limpio y tranquilo, cosa que me gustó, pero lo que más me llamó la atención era que se trataba de un Y.W.C.A., igual que el hit de The Village People (Y.M.C.A.), pero para mujeres. Como éstos eran gays y yo soy felizmente heterosexual me empecé a imaginar una residencia llena de señoritas malas internas... no fue así, y me sentí casi como en el curso de verano para niños músicos de Valencia de Don Juan, pero sin niños, ni señoritas, ni nada. Limpio si estaba, teniendo en cuenta los estándares indios. Y tranquilo era.

 institución con 140 años de historia

no veía una fregona desde que salí de España


Y muy cerca me quedaba el Park Street Cemetery y hace años que cogí afición a ver los cementerios de los sitios a los que voy. Son lugares tranquilos y agradables para descansar (un rato) y de los que puedes sacar mucha información sobre el pasado de la ciudad. Éste data de 1.767 y aquí descansan (eternamente) algunos notables de la ciudad.



la tumba de Derozio





Tengo que confesar, no sin vergüenza, que callejeando por la ciudad tuve mi primera reacción violenta en este viaje. Iba agotado por el calor y la humedad, el constante sonido de las bocinas de los coches y la masa de gente que tienes que sortear o que te empuja o se atraviesa, cuando al cruzar un paso de peatones quedamos aprisionados unos cuantos entre coches y motos. Como los coches seguían tirando llegó un momento que uno me dio en la pierna y le solté un puñetazo en el capó. Y paró, vaya si paró. Me quedé mirando al conductor y el tío puso cara de susto y de no entender qué había hecho mal.
Para ser totalmente sincero, ya había sentido varias veces unas ganas tremendas de bajar a hostias del coche a más de uno.Me consuela el hecho de que si yo me puse un poco tenso, poco más tarde tuve que tirar del amigo Guillaume porque se encaró con un motorista que le dio un buen golpe en la espinilla al cruzarse delante nuestro. Y él medita y hace retiros espirituales...



 el secreto está en la masa



hot!







 la piscina más grande que vi en mi vida


 la casa de Tagore


los artistas del mármol


siento que me ama todo dios

Y después de tres días intensos por las calles de Kolkata me puse de nuevo en camino hacia Bodh Gaya, lugar en el que el príncipe Siddartha Gautama recibió la iluminación y se convirtió en Buda.
Es un lugar santo y de peregrinación para los budistas. Está lleno de templos de todos los países y te encuentras peregrinos de todas partes del mundo. Hace pocos meses estuvo por aquí el Dalai Lama y creo que hubo miles y miles de personas, entre ellas Richard Gere sentado a su diestra. Mi intención no era visitar ninguno de estos templos modernos o las grandes estatuas de Buda, sino simplemente ver el lugar y sentarme a la sombra del Bodhi Tree, bajo la cual Siddartha vio la luz, a ver qué pasaba.
Qué alegría me llevé cuando me di cuenta de que se había acabado la humedad pegajosa. Aquí disfruté de unos agradables 45º secos y un sol abrasador que fundía hasta los ladrillos. En mi primera noche me bebí dos litros de agua y me duché dos veces, a ver si acostándome empapado refrescaba un poco la cama. No hubo manera. Quemaba el suelo, quemaban las paredes, quemaba mi colchón y quemaba el agua que salía por los grifos. Así que a las cinco de la mañana salí en busca de la iluminación y sobre todo de la sombra de ese magnífico árbol.
Di una vuelta alrededor del templo principal y me senté bajo el árbol a escuchar los mantras de monjes y peregrinos congregados alrededor. Había mucha energía en el lugar y cuando estaba allí sentado uno de los monjes que daba vueltas alrededor del templo, se agachó a coger una hoja caída del árbol sagrado, me la puso en las manos sin decirme nada ni apenas mirarme y se sentó a mi lado a meditar. Y allí me quedé durante una hora larga meditando yo también sobre lo mío. Después de ésto fui todos los días hasta el árbol al amanecer y al anochecer.





El hostal donde estaba hospedado estaba un poco alejado del centro, de los monasterios, de los pedigüeños y de los puestos de venta. Un pueblo agradable con gente afable y sonriente y desde la azotea tenía unas buenas vistas. El segundo día ya me percaté de que todo el mundo dormía en las azoteas, el único lugar donde por la noche corría un poco la brisa, así que cuando se iba la luz y se apagaba el ventilador salía a dormir afuera.

 Kundan guest house

Por cierto ya tengo un "temazo" para poner banda sonora a este viaje por India, al más puro estilo Bollywood. Se escucha a todas horas por aquí: Señorita



2 comentarios:

  1. qué onda brother! te estás mimetizando un poco demasiado, no. a ver si comemos un poco más que me estás preocupando. o quizás es la barba.
    además no quiero que dejes de escribir que me gusta mucho y me acerca un poco hacia allí.
    eres todo un gurú ya y mas desde que los dioses están contigo. un abrazote.
    félix

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